He dejado muchos inviernos por conseguir mi primavera y bueno, como todo el mundo sabe, tiene mejor sabor ella, pero es que estaba atada a los tuyos, por mucho que lloviese, por mucho viento que me llevara de un lado a otro convirtiéndome a mí también en tempestad.
He dejado inviernos que me hicieron hielo y trizas al caer al suelo, pero he de decir que has sido técnico y, de vez en cuando, supiste arreglar esto de toda manera posible.
Pero, qué quieres que te diga. Por mucho que hayas sabido curar heridas que tú mismo provocabas, sabes bien que cuando un material se rompe, por mucho que intentes arreglarlo, no será jamás el mismo.
Y este corazón, hecho trizas, solo podía arreglarse despidiéndose de tí.